No lo imaginas
Ni lo sospechas
Pero a mi me encantas
En mi corazón estás
Y tú no lo sabes
Ni me atrevo a confesarte
Se que para mi eres inalcanzable
Por eso no me atrevo
A confesarte lo mucho que te amo
Y la alegría que me da poder verte día a día
Tal vez sea mejor así
Tal vez nunca deba decírtelo
Me tendré que conformar
pensando en lo bonito
Que sería quererte día a día
Ante todo y sobre todo deseo que seas feliz
Aunque tal vez nunca estemos juntos
Yo te amo tanto
Verte reír ya me da vida
Escuchar tu voz me da alegría
Quisiera que fueras tu la que esté en mi vida
Pero no basta con quererlo yo
En un corazón nadie manda
Da igual lo que haga
Ni lo mucho que me esfuerce
Porque prefiero estar sin ti
Pero que seas feliz, que estar conmigo
Y que no seas feliz
No lo imaginas
Pero mi mente te piensa día a día
En mis sueños te aseguro que
Soy feliz contigo, en la realidad
Se que eres inalcanzable
Jose Alfredo, un humilde auxiliar administrativo, tímido y apocado, con una autoestima baja y que no ha tenido suerte en el amor, sin embargo aunque lo haya ido tan mal y ha tenido tantos amores no correspondidos, no se resigna a dejar de enamorarse, cada día ve y saluda a una guapa recepcionista, Raquel, siempre la saluda, y a veces se para a conversar con ella, aunque las conversaciones no son muy largas, se limitan a un «¿Cómo has estado?…», Raquel es una guapa joven, agradable y dicharachera, y eso a Jose Alfredo no le ha dejado indiferente y su corazón vuelve a enamorarse, pero Jose Alfredo debido a las malas experiencias anteriores, no confía que pueda conquistar el corazón de Raquel y la ama en silencio.
Jose Alfredo se come las ganas de decirla lo que siente, y se pregunta ¿Tendrá novio? ¿La caeré bien? y se atormenta pensando – «Rayos, seguro que no se sabe ni nombre, sólo soy para ella un simple trabajador, un pesado que la hace perder su tiempo», Jose Alfredo es un poeta aficionado y se puso a escribir para dedicarla unos versos y quería entregarla en mano esos versos, pero aún así tenía dudas » ¿Y si la importuno con esto?» y luego pensó » Que sea lo que Dios quiera, ya mas que he metido la pata en la vida, una mas».
Al día siguiente, Jose Alfredo fue a hablar con Raquel.
Hola, Raquel -dijo Jose Alfredo
Holaaa, ¿Cómo estás? – dijo Raquel
Ahí voy jeje, como siempre ¿Y tú? – dijo Jose Alfredo
Yo bien, gracias -dijo Raquel
Hmmm..Raquel, me vas a disculpar -dijo Jose Alfredo
¿Qué pasó? -dijo Raquel
Mira, yo te quería entregar esta nota, por favor, léela, es importante -dijo Jose Alfredo
Antes de nada, decirte, quiero disculparme por importunarte con esto, de verdad
Hmmm….Dios mio, es un poema -dijo Raquel, Raquel se quedó impresionada y se emociona.
No se que decir, Jose Alfredo -dijo Raquel- Es precioso, de verdad, reconozco que es raro esto, pero me ha impactado, te conozco de hace muy poco y siempre me has parecido una bellísima persona, eres muy educado y amable.
Muchas gracias, Raquel – dijo Jose Alfredo.
No sientas culpa por sentir lo que sientes, se nota que eres una persona que vale muchísimo, de verdad no esperaba esto de ti la verdad, y me encantó, me encantaría quedar y conocernos mejor ¿Quieres? -dijo Raquel
Claro, me encantaría -dijo Jose Alfredo.
Toma mi número y estamos hablando -dijo Raquel
Jose Alfredo al ver esta reacción tan increíblemente positiva a sus versos, está mas que feliz y tienen su primera cita, y luego unas cuantas mas, hasta que el amor entre ellos surge.
Me lo ha pasado muy bien, Jose Alfredo, eres muy lindo siempre, muchísimas gracias -dijo Raquel.
Muchísimas gracias a ti, preciosa, tu si eres increible, siempre lo pensé y ahora lo pienso mas -dijo Jose Alfredo.
De pronto se dan un beso de lo mas tierno y dulce.
Te amo, Raquel, muchísimas gracias por este milagro tan maravilloso -dijo Jose Alfredo
Yo también te amo, Jose Alfredo, el milagro es conocerte a ti y me parece increíble que nadie valorase hasta ahora un hombre tan maravilloso como tu, tengo muchísima suerte de tenerte, amor -dijo Raquel
A veces la vida da vueltas, y se hace posible lo imposible, los amores platónicos se hacen reales, esto pasa pocas veces, pero es tan maravilloso que suceda.